Diablillo de Segovia: la estatua que hechiza

El diablillo de Segovia: leyenda, arte y humor bajo el acueducto

Recuerdo perfectamente el momento en que me encontré con el diablillo de Segovia. No fue algo que hubiera planeado ver; de hecho, me topé con él casi por accidente, subiendo por una de esas callejuelas que serpentean cerca del acueducto, justo cuando el sol comenzaba a teñir de oro las fachadas de piedra.

Allí estaba: pequeño, pícaro, esculpido en bronce, con su teléfono móvil en la mano y una sonrisa traviesa en la cara. Me hizo soltar una carcajada, porque no me lo esperaba. ¿Un demonio haciéndose un selfie con el acueducto de fondo? ¡Maravilloso!

La leyenda del acueducto y el trato con el diablo

La historia que rodea esta figura tiene raíces muy antiguas. La leyenda cuenta que una joven aguadora, cansada de subir agua desde el río hasta la ciudad, hizo un pacto con el diablo: si conseguía construir un acueducto durante la noche, tendría su alma. El diablo aceptó, y trabajó toda la noche levantando la colosal estructura. Pero justo antes de colocar la última piedra, el sol salió, y la joven se salvó. El diablo perdió, pero su obra quedó para la posteridad.

Un señor mayor que pasaba por allí me dijo con una sonrisa: “Ese es el culpable del acueducto.” Me reí, y él me explicó, con ese tono sabio y cómplice que tienen los lugareños cuando cuentan sus leyendas, la historia completa. Y ahí entendí que esa era la idea del diablillo: no representar el mal, sino recordar con humor y simpatía una tradición local.

Una escultura que conecta pasado y presente

La escultura del diablillo, obra del artista José Antonio Abella, fue instalada en 2019. Representa a este personaje mítico en un acto muy actual: tomándose una selfie. Y eso es lo que hace que sea tan querido por locales y visitantes. Está hecha de bronce, con detalles minuciosos: los cuernos, la cola, las pezuñas... pero sobre todo esa expresión entre astuta e inocente. Me pareció más un diablillo travieso de cuentos que un ser maligno.

Fue como si alguien hubiera atrapado el alma juguetona de la ciudad y la hubiera congelado en una estatua. Hay algo profundamente hermoso en eso. En cómo una ciudad tan antigua puede abrazar el humor, el juego, la leyenda y lo moderno sin romper su esencia.

¿Dónde está el diablillo de Segovia?

Inicialmente ubicado en una esquina cercana al acueducto, el diablillo fue trasladado en 2023 a la Plaza de Día Sanz, un lugar más accesible y amplio para que los visitantes puedan acercarse y sacarse fotos con él. Ahora, con el acueducto aún de fondo, se ha convertido en un símbolo contemporáneo de Segovia, que complementa su riqueza histórica.

Cada vez que vuelvo a Segovia, me paso por ahí a saludarlo. Porque más allá de su historia, el diablillo me recuerda que la historia también puede tener sentido del humor... y un perfil bueno para los selfies.

El diablillo en la ruta turística de Segovia

Este simpático demonio forma ya parte de los imprescindibles de cualquier visita a Segovia. No solo por la leyenda, sino por cómo representa la personalidad de la ciudad: acogedora, sabia, y con una chispa de humor que la hace única.

Si quieres conocer esta historia y muchas más, te invito a unirte a nuestro Free Tour por Segovia imprescindible. Recorremos los rincones más mágicos de la ciudad, incluyendo el acueducto, la catedral, el Alcázar y, por supuesto, ¡el rincón del diablillo selfie!

Descubre Segovia con nosotros. Te prometo que, como a mí, este pequeño demonio también te robará una sonrisa.