Galerías Primtemps

Inaugurado en 1865, Printemps Haussmann es uno de los grandes almacenes más emblemáticos de París. Su nombre, que significa "primavera", evoca renovación, estética y frescura, y así es la experiencia que propone: un equilibrio entre lujo, historia, modernidad y estilo.

Mi llegada fue casi una cita con la historia del estilo. Salí del metro Havre–Caumartin con el eco de un acordeón sonando aún en la cabeza. Al subir, lo vi: un edificio con cúpulas doradas que parece más un palacio que unos grandes almacenes. París, una vez más, poniendo el listón de la belleza muy alto.

Cómo llegar a Printemps Haussmann

Situado en el Boulevard Haussmann, en el 9º arrondissement, llegar es fácil. Las estaciones de metro más cercanas son Havre–Caumartin (líneas 3 y 9) y RER Auber. Printemps está muy cerca de Galeries Lafayette, por lo que puedes visitar ambos en un mismo paseo.

Un interior que seduce sin necesidad de alardes

Al entrar por la puerta principal sentí de inmediato esa sensación de estar en un lugar donde el tiempo ha aprendido a vestirse bien. Todo olía a perfume caro y madera encerada. Las luces cálidas, el mármol, los detalles dorados... era como caminar dentro de una caja de música de época.

Qué ver en Printemps: moda, arte y vistas

Perfumería: donde el aroma cuenta historias

Una vendedora me ofreció probar un perfume exclusivo de Maison Francis Kurkdjian. Me lo roció en la muñeca y fue como si una flor abriera sus pétalos justo ahí. No lo compré, pero ese olor me acompañó todo el día, como una sombra perfumada de París.

Moda masculina: el escenario de la elegancia

Subí al departamento de moda masculina, no tanto para comprar sino para observar. Y fue ahí donde Printemps me ganó. Los escaparates eran verdaderos escenarios teatrales: maniquíes vestidos como poetas urbanos, iluminación perfecta, tejidos que invitaban a ser tocados. Compré una bufanda de lino francés en tonos tierra que aún uso cada otoño.

Arte y decoración: el detalle como lenguaje

Printemps también dedica espacio al diseño de interiores, arte de mesa y objetos de decoración. La selección es sofisticada y moderna, mezclando clásicos con diseño emergente.

La terraza de Printemps: París a tus pies

Un ascensor de época me llevó hasta la azotea. Una panorámica de 360º sobre los tejados de París, con la Torre Eiffel como telón de fondo. Me senté con un café y un macaron de pistacho viendo cómo el sol comenzaba a teñir de dorado las cúpulas del propio Printemps. Fue un momento de silencio y gratitud.

Una experiencia que fusiona historia y vanguardia

Lo que más me sorprendió fue el equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Printemps no se ha quedado anclado en la nostalgia. Hay innovación, diseño, tecnología, pero sin perder esa alma refinada que solo se cultiva con décadas de buen gusto.

Consejos para tu visita a Printemps

• Sube a la terraza: la entrada es gratuita y la vista es espectacular.
• Recorre sin prisa: cada planta tiene algo inesperado.
• No te limites a la moda: explora decoración, belleza y el espacio gourmet.
• Observa los detalles arquitectónicos: especialmente la cúpula.

¿Merece la pena visitar Printemps?

Printemps no es solo una tienda. Es una pasarela permanente donde uno entra como espectador y sale como parte del desfile, aunque solo haya comprado una bufanda. Si te gusta la elegancia que no se impone, sino que se insinúa... tienes que vivirlo en persona. Porque en París, a veces comprar es solo la excusa para enamorarte del detalle.