Bath

A solo 150 kilómetros de Londres, Bath se presenta como una de las excursiones más mágicas que se pueden hacer desde la capital inglesa. Famosa por sus baños romanos, su arquitectura georgiana y su aire de novela, visitar Bath es viajar al pasado sin dejar de disfrutar del presente. Aquí te contamos cómo llegar, qué ver y por qué no puedes perdértela.

Cómo ir de Londres a Bath

En tren: la forma más rápida

La opción más directa es tomar un tren de Londres a Bath desde London Paddington Station. El trayecto dura entre 1h15 y 1h30 y llega a la estación Bath Spa, ubicada en pleno centro.

"Llegar a Bath fue como entrar en una novela de Jane Austen sin tener que fingir modales. Apenas salí de la estación, me recibió esa piedra color miel que parece haber absorbido siglos de sol inglés —poco, pero persistente."

Te recomendamos comprar el billete con antelación para conseguir mejores precios, especialmente si viajas en hora punta.

En autobús: más económico pero más lento

National Express y otras compañías ofrecen buses entre Londres y Bath, saliendo desde Victoria Coach Station. El trayecto tarda unas 3 horas, pero es ideal si tienes tiempo y buscas ahorrar.

En coche o excursión organizada

Puedes alquilar un coche y hacer el trayecto en unas 2 horas. También existen tours organizados desde Londres que combinan Bath con otras ciudades como Stonehenge o Salisbury.

Mientras planificas, te recomendamos estos tours por Londres que puedes hacer antes o después:

• Free tour Londres imprescindible
• Tour por el Museo Británico
• Free tour por Greenwich

Qué ver en Bath en un día

1. Los Baños Romanos

La joya de la ciudad. Estas termas construidas hace más de 2.000 años siguen emanando vapor, historia y encanto.

"Mi primera parada, como era de esperarse, fueron los Baños Romanos. Y aunque estaba lleno de turistas, cerré los ojos por un momento y escuché el eco del agua goteando entre piedras antiguas."

2. Royal Crescent y arquitectura georgiana

Una de las imágenes más famosas de Bath. Este semicírculo de casas de piedra dorada es tan fotogénico como impactante.

"Lo mejor fue caminar por Royal Crescent justo cuando caía la tarde. Las fachadas neoclásicas se vestían de oro pálido, y un violinista tocaba algo suave, como si el alma de la ciudad se afinara en cada nota."

3. Sally Lunn’s y el bollo más famoso de Bath

No puedes visitar Bath sin probar el clásico bollo en esta casa histórica del siglo XV.

"Tomé mi primer sorbo de té caliente en Sally Lunn’s, donde probé el famoso bollo que lleva el nombre de la casa. Dulce, tibio, con mantequilla que se derretía como el tiempo entre los dedos."

4. El Puente Pulteney y el canal

Un puente con tiendas, al estilo del Ponte Vecchio, y un paseo por el canal para disfrutar del aire tranquilo.

"Me dormí escuchando el murmullo del agua, convencido de que en Bath, hasta el insomnio debe tener acento británico y buenos modales."

Consejos prácticos para tu visita

• Reserva los billetes de tren con antelación (especialmente fines de semana).
• Lleva ropa cómoda y prepárate para subir cuestas.
• Compra entradas online para los Baños Romanos.
• Llega temprano para disfrutar Bath sin aglomeraciones.

¿Merece la pena ir de Londres a Bath?

Definitivamente. Bath no es solo un destino, es una experiencia que mezcla vapor, historia y belleza con elegancia británica.

"Bath no es solo una ciudad: es una pausa, un suspiro templado en medio del viaje. Y te aseguro que, aunque te vayas, algo tuyo se queda flotando entre sus termas y columnas."

Descubre más escapadas desde Londres y consejos en Paseando por Europa.