Noemí es proveniente de un pueblecito de Cuenca, Tarancón, y es Graduada en Historia por la Universidad de Castilla-La Mancha. Siempre ha estado enamorada de Andalucía, y eso le trajo hasta Córdoba para realizar estudios de Máster de Gestión del Patrimonio desde el Municipio, donde descubrió su verdadera vocación, la gestión e interpretación del patrimonio. Es de aquellas personas que estudió lo que quería, es vocacional, no imagina otra profesión que no sea la de historiadora.
Ahora, como bien dice, es cordobesa adoptiva y tiene el corazón partido entre La Mancha y Córdoba, ciudad que ama profundamente y lo transmite a quien llega, haciéndolo con pasión y mostrando el gran valor patrimonial e histórico que tiene La Sultana (Córdoba).
“Córdoba es reina mora, cuando te adentras en sus entrañas, ¡todavía sientes ese halo de ciudad milenaria que fue! Hasta el lugar más recóndito de la ciudad tiene algo que contar y que descubrir. Cuando te dejas embriagar por su esencia, logra que te enamores de ella y caigas rendida a sus pies”.
“La Mezquita es nuestro mayor tesoro, imagen viva de más de 1200 años de historia. Pero el alma de Córdoba está en sus patios, rinconcitos humildes que se convirtieron en un paraíso donde encuentras el sentir de Córdoba y de sus gentes. Y entiendes por qué esta ciudad abre sus puertas y da lo que tiene a todo aquel que llega”.
En Córdoba, los caminos de Oriente y Occidente se unían.