The Shard

The Shard no es solo un rascacielos. Es una experiencia vertical que transforma por completo tu percepción de Londres. En esta guía, descubrirás cómo visitar el mirador más icónico de la ciudad, qué esperar desde sus alturas y cómo vivir la experiencia como si flotarás sobre el skyline londinense.


La primera impresión: el vértigo empieza abajo


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Recuerdo exactamente el día que subí al mirador de The Shard, como si mi memoria hubiera guardado cada detalle en una cápsula de cristal. Era un domingo de marzo, uno de esos días raros en Londres donde el sol se cuela entre las nubes y la ciudad parece recién lavada.


Venía caminando desde Borough Market, con el estómago feliz por una porción de pie de carne y una cerveza artesanal, cuando al girar en St. Thomas Street lo vi: The Shard, esa lanza de vidrio que parece querer partir el cielo en dos.


Desde abajo, el edificio es intimidante. Es imposible abarcarlo con la vista sin echar la cabeza hacia atrás. Me sentí pequeño, como una figura de Lego en medio de una maqueta gigante.


¿Qué es The Shard y por qué debes visitarlo?


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The Shard es el edificio más alto del Reino Unido, con 310 metros de altura. Fue diseñado por Renzo Piano y se inauguró en 2012. Su estructura de cristal angular lo convierte en un símbolo moderno de Londres, visible desde muchos puntos de la ciudad.

El gran atractivo para los viajeros es The View from the Shard, el mirador ubicado en los pisos 68, 69 y 72, desde donde se obtienen vistas de 360 grados.


Cómo llegar a The Shard


The Shard está ubicado en el distrito de Southwark, justo al lado de la estación de tren y metro de London Bridge. Desde allí, solo hay que caminar unos metros para llegar a la entrada principal.


El mirador: una vista que transforma


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Tomé el ascensor con otros turistas —algunos hablaban italiano, otros coreano— y en menos de un minuto estábamos a 244 metros de altura, en el mirador del piso 72. Las puertas se abrieron, salimos… y entonces, el mundo se expandió.


La vista desde The Shard no es simplemente impresionante; es desconcertante. Londres se despliega como una maqueta infinita: el Támesis serpenteando como una cinta líquida de plata, la cúpula de St. Paul, la Torre de Londres, el London Eye...


Me quedé un buen rato pegado al cristal, buscando lugares que había recorrido a pie. ¿Cómo podía caber tanto en una sola mirada? Esa era la magia de The Shard: no te enseñaba solo una vista, te ofrecía una nueva perspectiva de todo lo que creías conocer.


Restaurantes y cafés en The Shard


No comí en el restaurante de arriba (aquella vez el presupuesto viajero mandaba), pero sí me permití un café en el bar, con una pequeña porción de tarta de limón. El sabor era lo de menos; lo inolvidable era tomarlo viendo la ciudad como si estuviera flotando sobre ella.


Consejos para tu visita


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  • Compra entradas online con antelación: las vistas al atardecer se agotan rápido.
  • Lleva prismáticos: aunque hay pantallas interactivas, ver detalles a lo lejos es fascinante.
  • No olvides cámara y batería: vas a querer capturar cada ángulo.


Puedes complementar la visita con alguno de estos tours que te permitirán explorar otras zonas desde abajo:


  • Free tour Londres imprescindible
  • Free tour a orillas del Támesis
  • Paseo en barco por el Támesis


Qué ver cerca de The Shard


  • Borough Market: perfecto para comer antes o después de la visita.
  • Tower Bridge y Torre de Londres: a 10 minutos a pie.
  • Southbank y Shakespeare’s Globe: paseo recomendado a lo largo del río.


The Shard no es solo un edificio. Es una experiencia vertical, una mirada distinta al caos ordenado de Londres. Si alguna vez quisiste sentirte suspendido entre el asfalto y las nubes, ese es el lugar.

Subir no es solo ver, es entender la ciudad desde su cristal más alto. Y una vez que lo haces, Londres ya no se ve igual nunca más.

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