Big Ben

El Big Ben no es solo una torre con un reloj. Es el latido constante de Londres, el emblema sonoro de una ciudad que combina historia, majestuosidad y vida cotidiana. En esta guía te contaré todo lo que necesitas saber para visitar el Big Ben, entender su importancia y disfrutar al máximo tu paso por Westminster.


Un símbolo que trasciende el tiempo


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La primera vez que vi el Big Ben no fue como imaginaba. No hubo fanfarria, ni música de fondo, ni siquiera sol: llovía con esa clásica llovizna inglesa que no empapa del todo, pero se mete bajo la piel. Era octubre, hacía frío y yo acababa de salir del metro en Westminster. Al alzar la vista, ahí estaba. Majestuoso.


Muchos lo llaman Big Ben, pero ese nombre corresponde solo a la gran campana. La torre que lo alberga se llama oficialmente Elizabeth Tower, y el reloj es uno de los más famosos del mundo. Ubicada junto al Palacio de Westminster, sede del Parlamento británico, esta torre gótica victoriana es una de las postales más reconocidas del Reino Unido.


Dónde está y cómo llegar


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El Big Ben se encuentra en el corazón del barrio de Westminster. La forma más cómoda de llegar es en metro, bajando en la estación Westminster (líneas Jubilee, Circle y District). Nada más salir de la estación por la salida norte, lo verás imponente frente a ti.


Horarios y mejor momento para visitarlo


Aunque actualmente no se puede subir a la torre (salvo ciudadanos británicos con permisos especiales), vale la pena acercarse a cualquier hora del día. Para mí, la mejor hora fue a media tarde. A las cuatro, el Big Ben sonó. Ese dong grave, redondo, profundo. Es un sonido que no solo se oye, se siente en el pecho, como si la ciudad entera marcara el compás contigo.


Si puedes, crúzate al puente de Westminster. Desde ahí tendrás una vista inolvidable del Big Ben, el Támesis y los característicos autobuses rojos cruzando.


Historia y curiosidades


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  • Fue inaugurado en 1859.
  • Su nombre oficial actual, Elizabeth Tower, le fue dado en 2012 en honor a la Reina Isabel II.
  • La campana pesa más de 13 toneladas.
  • Cada una de las esferas del reloj mide 7 metros de diámetro.
  • Ha sido restaurado recientemente para recuperar su esplendor original.


Y como me dijo una señora londinense al verme embobado: "We never get tired of him." Y comprendí que ese reloj no era solo un ícono turístico; era el corazón de Londres.


Qué ver cerca del Big Ben


Además de disfrutar de la torre y su sonido, estás en una de las zonas más ricas en historia y monumentos:


  • Abadía de Westminster: a solo unos pasos. Ideal para descubrir la historia de la monarquía británica.
  • Palacio de Westminster: aunque no se puede visitar por dentro sin permiso, el exterior es una obra maestra.
  • London Eye: cruzando el puente, ideal para una vista panorámica.


Te recomiendo aprovechar y hacer algún tour guiado que te ayude a conocer todo el contexto histórico de esta zona:



Consejos prácticos para tu visita


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  • Ve con tiempo: entre fotos, paseos y miradas, te vas a quedar más de lo que crees.
  • Lleva paraguas: incluso en verano, la lluvia es impredecible.
  • No te olvides de mirar hacia arriba: los detalles góticos de la torre son impresionantes.


Después de recorrer la zona, me metí en una pequeña cafetería cerca de Whitehall. Me pedí un flat white y un scone con clotted cream. Mientras lo saboreaba, veía por la ventana cómo los turistas seguían llegando, buscando el ángulo perfecto del Big Ben. Pero yo ya lo tenía. No en una foto, sino en el pecho.


El Big Ben, más allá de la postal


Ver el Big Ben no es solo tachar una atracción de la lista. Es mirar un fragmento del tiempo, sentir cómo Londres te envuelve con su historia y su pulso constante. Cada vez que escucho una campana en cualquier ciudad europea, inevitablemente, vuelvo a ese rincón del Támesis donde el tiempo suena a historia.

¿Y tú? ¿Estás listo para escuchar ese dong que marca el alma de Londres?

Experiencias en Londres