Balandro Restaurante Cádiz: cocina de autor frente al mar

Restaurante Balandro, Cádiz: viaje de sabores junto al Atlántico

En pleno paseo marítimo de Cádiz, justo frente al puerto deportivo, se alza Balandro, un restaurante que combina sabor gaditano y elegancia marinera. Llegué una tarde de junio, con el sol bajando y la brisa atlántica rozando las mesas de la terraza. Al entrar, la madera, el vidrio, las redes de pescador y los grandes ventanales abiertos al mar me hicieron sentir como a bordo de un velero anclado en plena calma.

El ambiente: mar, luz y calma

La decoración interior respira mar: vigas pulidas, lámparas como faros, fotos de barcos de vela y un mural azul aguamarina. La luz, suave, filtrada por telas en el techo, acaricia el comedor. Sonaba un jazz melódico, bossa nova discreta. En la terraza, copas tintineando, sillas girando hacia el mar, y una puesta de sol que parecía servida en cada mesa.

Platos que narran travesías

Ostra de Carril con gel de limón verde

Servida en su concha, sobre hielo, con gotas de gel cítrico. Pura sal y frescor. Un primer bocado elegante, breve y revelador.

Tartar de atún rojo con aguacate y aire de cilantro

Corte impecable, atún vibrante, aguacate suave, aire de cilantro delicado. Un equilibrio de mar y frescor que acariciaba el paladar.

Arroz caldoso de mariscos y carabineros

El protagonista. Arroz suelto y cremoso, coronado con carabineros. Cada cucharada rebosaba sabor de mar, fondo de almejas, langostinos, esencia de guiso gaditano con refinamiento.

Postre: espuma de yogur con frambuesa y crujiente de pistacho

Ligero, ácido y textural. La frambuesa daba frescura, el pistacho crujía y el yogur cerraba con suavidad la travesía.

Servicio con conocimiento y pasión

El equipo de sala fue profesional y cercano. Cada plato venía explicado con brevedad y precisión: de dónde era el producto, cómo se había tratado. El sumiller recomendó un blanco D.O. Cádiz, fresco, mineral, perfecto para el arroz y el tartar. El trato fue relajado, sin rigidez, como quien navega sabiendo cada maniobra.

Lo que me dejó Balandro

Sentí que había navegado a través de sabores marinos, guiado por una cocina que respeta lo clásico pero sabe reinterpretar. El arroz con carabineros fue profundidad, el tartar elegancia, el postre frescura. Cada plato estaba bien pensado y ejecutado.

Y el entorno acompañó: la luz cambiante del mar, el olor a sal, los barcos cruzando el horizonte. Todo se confabuló para hacer de la cena una experiencia armónica y memorable.

Por qué elegir Balandro

• Porque está frente al mar y se nota en cada detalle.
• Porque su cocina mezcla creatividad y tradición con inteligencia.
• Porque el servicio es cercano, atento y experto.
• Porque es una travesía gustativa sin altibajos.

Balandro es un restaurante para quienes buscan sabor con calma, elegancia sin pompa y una brisa marina acompañando cada copa. Si quieres cenar con el mar de fondo, reserva y deja que la cocina te lleve a puerto seguro.