Funicular Budavari Sikló

Desde el Puente de las Cadenas, se distingue una pequeña línea que asciende lentamente hacia el Castillo de Buda. No es un tranvía cualquiera, ni un tren turístico moderno. Es el Funicular Budavári Sikló, una reliquia del siglo XIX que sigue en funcionamiento y que se ha convertido en una de las experiencias más auténticas de Budapest.

Lo vi por primera vez desde ese puente, y me pareció una maqueta que cobraba vida. Aquel instante me hizo entender que este funicular no es solo un medio de transporte: es un pedazo de memoria de la ciudad.

Historia del Funicular de Budapest

El Budavári Sikló se inauguró en 1870 para facilitar la subida desde la orilla del Danubio hasta el Castillo de Buda. Era una época en la que los aristócratas y funcionarios preferían evitar la empinada caminata hasta la colina.

Destruido durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido en los años 80 siguiendo su diseño original. Hoy, al verlo y subir en él, se percibe claramente ese aire decimonónico que lo hace tan especial.

Recuerdo entrar en la estación inferior, con sus ventanillas de madera, el hierro forjado y la sensación de que el tiempo se había detenido. Era como si estuviera en 1870.

Precios y horarios del Budavári Sikló

• Precio: alrededor de 4 € por trayecto (aprox. 1.200 HUF).
• Horarios: todos los días, de 7:30 a 22:00 (puede variar en invierno o por mantenimiento).
• Duración del trayecto: apenas 1,5 minutos.

Puede parecer un viaje corto, pero lo cierto es que tiene una intensidad única. Yo mismo me sorprendí de sentir una alegría desproporcionada para un trayecto tan breve. Fue una lección: no todo lo inolvidable tiene que ser largo o grandioso.

La experiencia de subir en el Funicular

Subí a uno de los vagones de madera barnizada, que crujían con el encanto de lo antiguo. Al cerrarse la puerta con suavidad, sentí que estaba entrando en una cápsula del tiempo.

La subida fue lenta, casi ceremoniosa. A medida que ascendía, el Danubio se desplegaba detrás de mí como una pintura viva. Vi el Puente Széchenyi extendiéndose como un lazo de acero, y más al fondo, el Parlamento emergía como un sueño de piedra.

Una pareja de ancianos murmuraba en húngaro a mi lado, y sus voces se mezclaban con el chirrido de las poleas. Todo era melódico, como una escena de cine antiguo.

Qué hacer al llegar al Castillo de Buda

El funicular te deja directamente en la explanada del Castillo de Buda, declarado Patrimonio de la Humanidad. Desde allí se puede:

• Pasear por las murallas con vistas espectaculares a Pest.
• Visitar el Museo de Historia de Budapest.
• Recorrer las plazas adoquinadas y el Palacio Real.

Yo me senté en un banco, disfrutando del aire otoñal, y me comí un kürtőskalács, ese dulce cilíndrico húngaro cubierto de azúcar y canela. Fue el broche perfecto a un trayecto que, aunque corto, se grabó en mi memoria.

Alternativas al Funicular

Si prefieres no pagar el billete, tienes otras opciones:

• Subir a pie por las escaleras junto al funicular. Es gratis, pero algo exigente.
• Autobús nº16, que conecta Pest con el Castillo de Buda.

Aun así, ninguna opción tiene el encanto del Budavári Sikló. Porque no se trata solo de llegar arriba, sino de vivir el trayecto.

¿Merece la pena el Funicular de Budapest?

La respuesta es clara: sí, merece la pena. No tanto por la rapidez (subir a pie es posible y gratis), sino por la carga simbólica y nostálgica del viaje.

El Budavári Sikló es un recordatorio de que los viajes también se componen de pequeños momentos: una subida breve, una ventana que cruje, un paisaje que se abre lentamente ante tus ojos.

Para mí, fue un acto poético. Budapest me tomó de la mano y me dijo: “Mira, aún conservamos la belleza de lo innecesario”.

El Funicular Budavári Sikló es más que un transporte: es un viaje en el tiempo. Subir en él significa conectar con la historia de Budapest y con la emoción de descubrir lo simple como algo extraordinario.

Si vas a visitar el Castillo de Buda, no lo veas solo como un atajo. Sube como quien entra en un cuento, porque este funicular no solo te lleva a lo alto de una colina: te eleva hacia una emoción olvidada.

Y si quieres completar tu visita al castillo con un recorrido guiado en español, te recomiendo nuestro tour por el Castillo de Buda.