Bastión de Pescadores

La primera vez que subí al Bastión de los Pescadores fue en una fresca mañana de primavera. Crucé el Puente de las Cadenas casi vacío y ascendí la colina de Buda. Al llegar, esas torres blancas con forma de castillo medieval me hicieron sentir que estaba entrando en un escenario de cuento más que en un monumento real.


Historia y curiosidades



Aunque parece sacado de la Edad Media, el Bastión es relativamente moderno. Fue construido entre 1895 y 1902 por Frigyes Schulek como homenaje al milenario del Estado húngaro y como un guiño romántico a la arquitectura medieval.

  • Nombre: proviene de la antigua corporación de pescadores de la ciudad, que en la Edad Media defendían esta parte de la muralla.
  • Estilo: neorrománico, con siete torres que representan a las siete tribus magiares fundadoras de Hungría.
  • Función: nunca fue defensivo, sino conmemorativo y decorativo.


Un balcón privilegiado sobre el Danubio



Me apoyé en una de sus barandillas de piedra y contemplé la panorámica: el Parlamento húngaro emergía en la orilla de Pest como una nave gótica varada junto al río, mientras los tejados rojizos se extendían como un mar tranquilo. A mi lado, un grupo de escolares reía y corría entre las torres. Uno de ellos me señaló el Parlamento con orgullo, recordándome que estos lugares no son solo monumentos, son parte de la identidad viva de la ciudad.


La Iglesia de Matías, joya vecina



Junto al Bastión se encuentra la Iglesia de Matías, con su tejado multicolor que parece un mosaico oriental. Recuerdo que al entrar, el contraste me sorprendió: de la luminosidad del mirador pasé a un ambiente recogido, con paredes pintadas y una atmósfera espiritual. Encendí una vela, quizá como un agradecimiento silencioso a Budapest por tanta belleza.


El Bastión al atardecer: pura magia



La mejor parte llegó al atardecer. El cielo se tiñó de violeta, las luces de Pest comenzaron a encenderse y el Parlamento se iluminó como un faro dorado. Desde los arcos del Bastión, parecía una postal viva e imposible de atrapar en una sola foto. A mi lado, una pareja se abrazaba en silencio. Yo también sonreía: sabía que estaba viviendo un momento irrepetible.


Consejos para visitar el Bastión de los Pescadores


  • Mejor hora: al amanecer para evitar multitudes, o al atardecer para disfrutar de las vistas iluminadas.
  • Acceso: muchas zonas del Bastión son gratuitas; solo ciertos tramos superiores requieren entrada.
  • Duración: dedica al menos una hora para pasear, hacer fotos y visitar también la Iglesia de Matías.
  • Fotografía: prepara la cámara para capturar el Parlamento desde uno de los miradores más icónicos de Budapest.


Ese día entendí que el Bastión de los Pescadores no es solo un mirador. Es un lugar para detenerse, escuchar las campanas, dejar que el viento te despeine y soñar la ciudad. Porque allí, entre piedra blanca y cielo infinito, Budapest no se mira: se sueña.

Fotos de Bastion de los Pescadores​

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